La agenda diplomática hizo que el encuentro entre el presidentede Siria, Bashar el Asad, y Trinidad Jiménez, ministra española de Asuntos Exteriores y de Cooperación, se celebrara ayer en una jornada especial: el día de la ira , una protesta convocada, a través de Facebook, por organizaciones de los derechos humanos.Un puñado de jóvenes, en torno centenar, se manifestó – hecho insólito–por el zoco de Damasco, junto a una de las puertas de lamezquita de los Omeya.